giovedì 16 luglio 2020

Breve nota sobre la relación entre capital social y economía


Después de la caída de los sistemas socialistas, en el 1989, el capitalismo queda como único modelo socio cultural y con la globalización económica se expande en todos los rincones del mundo. El problema no es más económico sino y principalmente social, porque poco a poco transforma las relaciones sociales en relaciones de mercados. Es en este contexto que autores como Bourdieu definen de manera genial el concepto de capital social, utilizando justamente el concepto de capital de la economía y lo aplica a las relaciones sociales. De hecho, el enfoque del autor francés es principalmente de carácter individualista, y lo define como los beneficios que los individuos tienen a través las relaciones sociales en una situación de disparidad de condiciones. Con los años, este concepto tuvo distintos enfoques, desde los de impronta individualistas de clara proveniencia bourdiana, hasta los enfoques de impronta colectivista de autores como Putnam y Coleman, solo para citar algunos.
Casi todos los economistas, hoy coinciden que el tipo de capital social incide profundamente en la promoción de "desarrollo" económico y social para los países. En este contexto, dos tipos de capital social que se observan son también aquel de tipo bonding, definido así porque se alimenta de "vínculos" de pertenencia a clan formados por familias y amigos y es excluyente, y de tipo bridging, así llamado por crear puentes entre las partes sociales y ser inclusivo. Este último tipo de capital social es considerado generalmente a la base de los procesos de desarrollo en las décadas pasadas, porque permite unir las distintas partes sociales en un proyecto país colectivo. Hoy, la prevalencia de una economía capitalista financiera centrada solamente en los intereses individuales generó lo que podemos llamar el quiebre casi definitivo entre sociedad y economía, avalado aún más por la pérdida de bienes y servicios con valor comunitario, que están completamente subordinado a la rentabilidad de las ganancias individuales. Es en este contexto que surge el concepto de "capital social ético" que se funda sobre el reconocimiento de un núcleo de valores (proyectados también en los bienes y servicios) considerados imprescindibles para que una comunidad pueda vivir.
Por todas estas razones, para analizar la economía hoy es absolutamente importante entender el proceso de formación y construcción de las relaciones sociales. En otras palabras, si queremos cambiar la economía, necesitamos cambiar las relaciones sociales. Tenemos que tomar conciencia de lo que nos empuja a relacionarnos, nuestras intenciones, si buscan la promoción de valores de impacto comunitario (construyendo un "nosotros") o solamente intereses personales (erigiendo muros unos entre otros).